La mayoría de nosotros pensamos que nuestros viejos ordenadores están obsoletos, ¿pero es cierto? … No compremos uno nuevo solo por impulso de comprar, si no porque realmente sea necesario.

Nuestros ordenadores han sido pensados para tener una duración de vida muy corta y muchos nos sorprendemos al enterarnos de ello. Pero en realidad, los fabricantes y proveedores de software necesitan que la gente compre masivamente sus productos cada año. Es el negocio del consumo de masas, como cuenta el famoso documental Comprar, Tirar, Comprar.

El principio es fácil: si se creasen productos tan buenos que durasen demasiados años, las compañías venderían muchos menos productos nuevos y, consecuentemente, dejarían de ingresar la cantidad de dinero que ingresan. Sin embargo, las cosas no son tan sencillas. Los defensores de esta práctica aducen que este consumo programado impulsa el desarrollo, la generación de I+D y la innovación, algo que en el caso de la electrónica es especialmente notable, pues cada pocos meses tenemos nuevos equipos con unas supuestas gamas repletas de mejoras.

El momento para cambiar de ordenador dependerá de las necesidades y requerimientos de cada usuario. Por término medio, el plazo se fija en tres años para dispositivos de uso cotidiano y de cinco años para los de empleo ocasional o que utilicen aplicaciones que no necesiten una gran capacidad de requerimientos o procesamiento Sin embargo, en época de crisis como la actual, no es mala idea buscar estrategias para alargar la duración de nuestro ordenador, para que así se pueda prolongar su vida media hasta casi el doble.

Una de las fórmulas para prolongar la vida de nuestros ordenadores sería la compra de nuevos componentes, que es una de las opciones más interesantes para actualizar el ordenador con nuevos componentes que le permitan alargar la vida útil y productiva más allá del tiempo inicial estimado. Sin embargo, no es aconsejable hacerlo en un ordenador con más de tres años en el mercado, dado que muchos de ellos ya no se fabrican y no compensa económicamente el desembolso pagado por el repuesto. En estos casos, sería preferible la compra de un nuevo ordenador.

En el momento de decidirse a actualizar un ordenador, es importante comprobar en la web del fabricante, y ver las opciones de actualización del mismo, así como los componentes de hardware sustituibles, ya que es esencial adquirir solo aquellos que sean compatibles.

También tenemos que tener en cuenta que los ordenadores portátiles tienen menos opciones de actualización que un ordenador de sobremesa. El motivo es que mientras que en un sobremesa casi todos sus componentes pueden extraerse (procesador, tarjeta gráfica, memoria, etc…), en un portátil las opciones suelen pasar en exclusiva por actualizar la memoria y el disco duro, ya que los equipos son más compactos y, en general, esta todo más inaccesible.

En algunos casos no es posible actualizar, como ejemplo el nuevo MacBook Pro con pantalla Retina no se le puede ampliar la memoria RAM debido a que esta viene soldada en la placa base ( iFixit ). En este sentido, en general los nuevos ordenadores de la marca Apple suelen tener menos opciones de actualización de componentes por su sistema de fabricación en bloques de aluminio compacto.

Otra de las fórmulas para prolongar la vida de nuestros ordenadores sería la utilización de sistemas operativos y software libres (Ubuntu, Debían, openSUSE , etc … ) pues sus requerimientos de hardware son menos exigentes que en los sistemas propietarios.

La ventaja del software libre es una desventaja del software propietario, por lo que la elección de software libre evita el problema de las actualizaciones y nuevas versiones del software propietario, este una vez alcanzado su máximo de ventas que se puede realizar de un producto, no suele interesar que los clientes continúen con él. La opción es sacar un nuevo producto que emplee nuevas tecnologías solo para éste y no dar soporte para la resolución de fallos del anterior, quedándose totalmente obsoletos, pese a que este pudiera cubrir perfectamente las necesidades de sus usuarios.

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